CARTA A UNA HERMANA A PUNTO DE MORIR

Carta a una Hermana a punto de Morir

Carta a Emilia.

Hola Emilia.

A pesar de no conocernos, creo que a través de este medio tenemos la posibilidad de entrelazar nuestros espíritus, por la Gracia Divina y nuestras oraciones por tu salud. Quiero que sepas que te acompaño permanentemente con ellas, en la sublime calidad de hermanos en la fe.

Se que pasas por momentos de dolor físico y también espiritual. La incertidumbre sobre nuestra vida y hasta su inevitable final, siempre nos desconcierta. Pero como mujer de fe, seguramente sabrás que hay que aceptar la cruz, pues sin ella no podemos seguir al Señor y estar donde El está, un día.

No quiero ser fúnebre y menos contigo, pero es importante reflexionar sobre esto:
Nuestro ciclo humano o meramente animal, se sintetiza así biológicamente: Nacemos, crecemos, procreamos, (Con mucho placer eso si, por Gracia) y morimos...

Pero por el carisma de la Fe, sabemos que en realidad no morimos, todo se transforma en un abrir y cerrar de ojos. Pues la vida, es eterna. Recordemos que nuestro Dios, es un Dios de vivos y no de muertos. El tema es donde vamos: Cielo, en forma directa o previo purgatorio, o infierno...

Por experiencia, te comento que, descarnados, en estado puramente espiritual, también tenemos tacto, y emociones, reímos y lloramos, hasta sentimos la caria o el apretón de manos. Vez pasada escuche el relato de una hermosa joven que es ciega, y como sabrás, los ciegos de nacimiento como ella, no pueden comprender jamás, que son los colores, no hay forma de definirlos para su comprensión. Ella tuvo un paro cardio respiratorio en la mesa de cirugía de New York. Se elevo en espíritu, se reconoció su cuerpo por el cabello, se vio hermosa, detallo el número de gente que la asistía intentando la reanimación, los vio de verde, en un ambiente azulejado en blanco. Salió al exterior, detallo la nieve y su blancura, como se acumulaba en los autos y en los edificios, narro como pasaba el tranvía iluminado sobre los rieles, las luces rojas y blancas de los autos, el puente famoso, etc. etc. cosa que jamás podría ella inventar o narrar! Luego al tomar el túnel, los Ángeles le dijeron que debía volver, no era aun su tiempo...Su tiempo? Sí... todos tenemos un tiempo que el Padre, dueño de la vida nos da aquí... ¡Y debemos aceptarlo!

El, toma del jardín de la vida a todas sus flores, a unas las desecha, pero a otras las corta con amor, para tenerlas muy cerca de El, en su casa y en su Gracia.

Pero no hay muerte, recordemos que simplemente todo se transforma. El padre Ángel D´Auro, sacerdote amigo, hoy ya Monseñor; carismático él, me dice que la muerte no es más que otro parto, esta vez extrauterino. Él me dice: "Te cuento Dante, me alegra envejecer...cada día me mira al espejo y le dijo al Señor en voz alta: ` Ya estoy cada vez mas cerca de ti, me veo madurar como una fruta en el árbol, se que estoy a punto de ser arrancada!´ con alegía y convicción. Otro amigo que se llama Juan, que conozco desde mi infancia en un pueblito cercano llamado Gándara, ahora nuevamente vecino mío en Chascomús me decía días atrás:"No quiero que tomes esto como de un suicida, pero amo tanto a Jesús, que anhelo morir para estar con El..."

Una profesora, nos decía cuando yo era adolescente: "Aquellos que ante tu primer llanto rieron...hoy lloran cuando tu, al fin ríes" ¡ También San Agustín nos alerta!

" No llores si me amas,
Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo!

Si pudieras oír el cántico de los ángeles
y verme en medio de ellos!
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos; los horizontes, los campos
y los nuevos senderos que atravieso!

Si por un instante pudieras contemplar como yo,
la belleza ante la cual las bellezas palidecen! (...) "

Durante muchos años temí a la muerte en forma traumática. Tenía pesadillas, sobre todo con un amigo llamado Pedrito, que murió el día de su cumpleaños 18 ... Hasta que un día se me apareció en sueños mi amigo: me pidió que no sufriera más por él, me aseguró que estaba realmente bien y dijo que me quería mucho. Nunca más lo soñé, pero fue suficiente. Y una vez abrazada la Fe a conciencia, ya no le temo, bueno, algunas reacciones de prudencia siempre hay pero; creo haber podido vencer ese terror  humano a lo desconocido. Y a partir del conocimiento y la convicción desde la Fe, ya no le tememos a la "muerte" y eso no es propio, nuestro, que nos pertenezca, ¡Se llama Gracia!

Vivir en paz, morir en paz, debe ser nuestro objetivo de vida, porque el "nacer" y el "morir", son los dos hechos más trascendentes en nuestra historia.

Yo "nací" el 6 de mayo de 1957. Pero siempre me pregunté qué día habría sido "concebido", pues para mi, allí comienza nuestra vida. Un día el propio Jesús me lo dijo: "Tu `naciste´ el 3 de agosto". Saquemos cuentas..!

A veces, las enfermedades son redentoras, nos libran de pesares en el otro estado, ya espiritual, donde como te dije, se siente el dolor y hasta el simple tacto. Dios en su abismal Misericordia, nos avisa el fin como miembros de esta iglesia peregrina, dándonos tiempo de arreglar ciertas cosas antes de irnos: Pedir perdón, Perdonar, cumplir con algo o alguien, dejar todo en regla ante la familia, etc.

Siempre nos turbamos por los seres que dejamos...Pero te cuento: Una vez, Dios mando al ángel de la muerte a buscar el alma de una joven viuda. El ángel volvió sin cumplir la tarea. Dios lo interrogo, preguntando porque desobedeció. El ángel le manifestó: Padre, es muy joven y pobre, recientemente enviudada, sus dos pequeños hijos quedaran desguarnecidos, ellos la necesitan aun, ella es imprescindible para ellos. Dios lo mando a una nueva misión: ve al lugar mas profundo del mar, hallaras una roca. Tráela. Así lo hizo el ángel. Postrado a los pies del Todopoderoso, este le ordeno partir la roca al medio. De ella salieron dos simples gusanitos. "Ves? le dijo Dios, ellos viven porque yo que les di vida, los protejo, los alimento y los sostengo. Con los hijos de la viuda pasara igual, ahora ve y cumple con lo que te ordene"

Si sabemos que los nuestros estarán en manos de Dios, como nosotros cuando faltaron nuestros mayores, entonces no temamos tanto, dejar este mundo y nuestros afectos sin nuestra protección, porque sabemos que quedan en buenas manos, más, si tenemos tiempo de orar por ello...

Creo que tu enfermedad puede curarse, tú entrégate como una novia en las manos del Señor, pero entrégate absolutamente, en cuerpo y espíritu, con total confianza, que El maneje tus tiempos. Ruega si precisas vivir mas, por esa gracia, pero di siempre las propias palabras de Jesús en la Cruz: "Pero que se haga tu voluntad y no la mía"

Pero que no te atormente el miedo a lo desconocido de la muerte, para aminorarlo, recuerda lo que aprendiste a través de la fe, que tiene la virtud y el don de hacernos creer en lo que no podemos ver con total y absoluta convicción.

No se si esto te sirve, espero que si. Simplemente quiero tratar de llegar a ti en este momento con un rayito de luz que te bendiga, te alimente y fortalezca la fe y el espíritu. Quiere mucho a los tuyos, recuerda que eres  parte importante de tus propios y  más caros afectos. Ellos te aman, tanto como tu a ellos. Pide en oración, que el Señor se te manifieste de alguna manera, El, o por medio de sus Ángeles o santos. Pide a la Madre Celestial te consuele, ella es mujer y te escucha, ella te sabrá responder y guiar sobre todo en el momento supremo de la paz. Pide que ella te asista en el momento sublime de la muerte, que tome tu almita en sus manos y te conduzca al encuentro del Señor. Ten siempre encima para morir con el, el Escapulario de la Virgen del Carmen. Quien muera con el, será librado de las llamas eternas... Lo mismo le promete a quién muera con la Medalla Milagrosa en su cuello. Y quién rece siete Ave marías en honor a los Siete Dolores de María Madre, antes de morir... ¡La Verá! Yo lo practiqué antes de saber de su promesa, y mi encuentro con ella se dió, luego al enterarme de su Promesa y fidelidad a ellas, comprendí.

Espero poder conocerte. Te abrazo muy fuerte sobre mi corazón, deseo lo mejor para ti y siempre rezaré por ti. Un Beso.

Dante Cavallini.

P/D: Emilia falleció unos días después de leer esta carta. Antes me agradeció los conceptos que, dijo; le hicieron muy bien y le dieron mucha paz para enfrentar el “Momento Supremo” que solo llega con el paso a la inmortalidad.

Espero que este texto sea beneficioso para otros, por ello lo publico.

COMENTARIO SOBRE ESTA CARTA:

Hola, un comentario acaba de ser posteado por SANTIAGO - ISAIAS sobre el articulo: Extracto del comentario: Sr. Dante Caballini, tengo 52 años,me causo una verdadera sorpresa de que como politico tenga a Dios permanentemente presente. La devociòn que manifista es  encomiable. Que interesante, por el hechode que hoy por hoy hablar de Dios parece ser cosas de idiotas. Realmente me alegro y por sobre todo por ser político (sin ánimo de ofender si no de realidad) de que hombres sensibles y con normas de Dios defienda el patrimonio social. Mis respetos y saludos.