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  • : CON LA CRUZ; LA PLUMA Y LA PALABRA Por Dante M. Cavallini
  • : Videncias y Experiencias Místicas. Testimonio de Fe Cristiana. Periodista que predicó siempre contra El Aborto, el Crimen más Averrante. Sostenedor inquebrantable de La Fe, La Vida; La Verdad y La Justicia, por lo que siempre sufrió Persecuciones y Censuras en su Ciudad de Origen, Chascomús.
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2 noviembre 2017 4 02 /11 /noviembre /2017 17:14
LA POLITICA DE GANSOS Y AVES DE RAPIÑA.  Por Dante Cavallini

 

De Gansos y Aves de Rapiña.

   

La historia política argentina se nutrió siempre de cierta especie de personajes ambivalentes surgidos del seno mismo de la cultura abstracta del “Pan y Circo” dónde a pesar de las dificultades para imponerse desde sus naturales objetivos deleznables de una conciencia pervertida, como saquear despiadadamente las instituciones y al pueblo; hacen de la falacia su principal virtud definiendo un perfil demagógico pleno, que conscientemente aceptamos con la vaga esperanza de cometer un mero error de apreciación; firmando un salvoconducto en las urnas “por si nos equivocamos y al final es bueno y honesto”.

 

Estos faranduleros de tribuna caliente que se meten en el personaje de Probos y hasta manifiestan ciertos parámetros de Ética y Moral en sus arengas emocionadas a las masas, contenidas desde el altruismo militante; el respeto irrestricto a la Constitución y las leyes; la tolerancia; el desinterés personal y el compromiso de asumir como propios los problemas del conjunto y de cada uno en particular con profundo sentimiento humanístico y patriótico, lógicamente.

 

Estos grotescos e inefables personajes de la farándula política que se repiten  generación tras generación impunemente marcando nuestro derrotero y destino de nación, contradicen permanentemente su proclama con sus actos; y su moral con su perversidad. Nunca se ruborizan al ser confundidos con el monje aquel del “Haz lo que yo digo; pero nunca lo que yo hago” porque también son indemnes a la historia, a las burlas, a los escraches y los archivos; tanto como ante la mismísima justicia.

 

Si estos personajes de utilería política nunca hubieran sustentado el poder, quizá nuestro presente y futuro sería diferente y nuestra historia contemporánea no estaría teñida de rojo sangre; no existiría un estado de indefensión crónico; tendríamos asegurados los Derechos de la Niñez, De la Ancianidad, Del Trabajo y de La Producción; de La Educación; de La Justicia y la Vida en Plena Libertad, entre otros.

 

Y lo peor del caso, es que a pesar de llegar y ser funcionarios y/o legisladores, son incapaces de aprender de los yerros propios y ajenos. Siempre sostengo que lo negativo de nuestra democracia es,  que el funcionario debe dejar el cargo cuando estaba aprendiendo a ser funcionario, dándole paso a otro que sabe tanto como él cuando asumió. El mejor ejemplo lo destaco en Carlos Ménem: Luego de tantos años como presidente, debió alejarse del cargo justo cuando estaba aprendiendo a leer sus discursos!

 

A pesar de fustigar a estos pomposos de la historia, debemos reconocer honestas excepciones con  grandes hombres que empeñaron su virtuosismo y hasta la propia vida en aras de legarnos un gran país. Pero si nuestros actuales líderes, hubieran tenido mejores maestros, a no dudarlo serían mejores personas y mejores funcionarios. Pero en general, con la política se suelen saciar los apetitos personales de Lucro; Prestigio y Poder. Porque sin duda alguna, la política es la mejor oportunidad para salir de pobres en este bendito país, aun cuando los ciudadanos nos hundimos cada vez mas en la pobreza. La política factura y el pueblo paga.

 

Perón nos relata en su Doctrina, que se debe jerarquizar un cargo con nuestra idoneidad, conducta y responsabilidad. Nunca jerarquizarnos nosotros con el cargo. Y recordaba el ejemplo de un general tebano que por perder una batalla, fue degradado a la triste condición de Encargado de la limpieza de la ciudad de Tebas. Cuenta también la historia, que nunca esa ciudad estuvo tan aseada como entonces.

 

A veces votamos un buen abogado para presidente. Y un ingeniero para intendente porque es un buen ingeniero, o un médico para concejal, porque es un buen médico… ¿pero que profesión deberá cumplir en la función? Y estaba preparado para ella, mas allá de sus condiciones profesionales y reconocida simpatía y buen humor? Por lo general hay una notoria mezquindad en el individuo mediocre cuando éste llega al poder más allá de cualquier título, que se trasunta en actitudes de intolerancia y orgullo que lo llevan al aislamiento natural y su desprendimiento del conjunto del que era parte, para transformarse en miembro de una pequeña élite especial de la que él será su principal figura y dueño de toda verdad, ante ella y ante los demás.

 

Pero esto está intrínsecamente ligado a la propia constitución del ser humano, compuesto por virtudes y negatividades. Es parte de nuestra naturaleza humana. (Y debemos lidiar a cada instante con ella para superarnos en la formación del Hombre Nuevo; es decir, pleno para Dios) Si bien no sabemos sobrevivir si no es en comunidad, tampoco sabemos convivir en ella con armonía y subordinando todo principio, al  interés de la propia especie. Nos cuesta y mucho, despojarnos de los vicios adquiridos y empezar a ser diferentes. Buenos de verdad. Solemos proclamar conductas que no podemos adoptar.

 

En ello, gran ventaja nos llevan otras especies animales a no dudarlo, que nos dan grandes y perennes ejemplos de confraternidad social. Si observamos los rasgos que definen sus regulares comportamientos, que los hombres no sabemos tomar en cuenta desde nuestro pedestal de reyes del universo, pero que si las aplicáramos para nuestra supervivencia de conjunto, nos otorgarían grandes logros sin necesidad de practicar el canibalismo de las aves de rapiña, para sobrevivir alimentándonos  unos, del cadáver de los otros.

 

A los sublimes ejemplos de afecto y lealtad que podemos observar en los animales domésticos, se suman los rigurosos códigos de convivencia de las hormigas o de las no menos laboriosas abejas. Pero creo oportuno hacer notar los que para muchos es simplemente “Una Gansada”. Y que bueno sería aprender de los gansos, para conducirnos socialmente como miembros activos de nuestra sociedad.

 

Los Gansos salvajes, al volar en formación de “V”  logra la bandada entera aumentar el 71 % el alcance de vuelo, en comparación al rendimiento de uno volando en soledad. Moraleja: Compartir una misma dirección y sentido del grupo, (Conciencia Cívica que le dicen) permite llegar antes a las soluciones y al destino anhelado.

 

 Cuando un Ganso sale de la formación, siente el esfuerzo de lidiar solo haciéndose más lento y minando sus fuerzas rápidamente. Luego, si quiere retomar nuevamente la formación, debe aprovechar el poder de elevación de los que van al frente. Moraleja: Permanecer en sintonía con quienes se dirigen a donde debemos ir, estando siempre dispuestos a dar y recibir ayuda.

 

Cuando el ganso líder se cansa perdiendo fuerza, debe ponerse al final de la formación, mientras otro más apto asume el liderazgo. Moraleja: El liderazgo no puede ser permanente y siempre debe ser compartido. Es necesario conjugar habilidades y capacidades, combinar dones, recursos y talentos.

 

Los gansos cuando vuelan en formación graznan dando coraje a los que están al frente, para que mantengan la velocidad y la regularidad del vuelo. Moraleja: Donde hay coraje que ayude a gobernar, la evolución es mayor y su ritmo más sostenido.  

 

Cuando un ganso se enferma, es herido o por cualquier inconveniente debe salir de la formación; es ayudado, acompañado y protegido por otro hasta que muera o pueda volver a volar con los otros. Moraleja: Es necesario estar unidos en momentos difíciles. Acompañar, sanar, volver juntos a un rol destacado donde todos somos imprescindibles. Y no con el criterio político impuesto por aquí, donde sólo se escala sobre el cadáver del otro.

 

Nuestros líderes aun pueden tomar ejemplos simples de conducta, lealtad, altruismo y moral observando el comportamiento de ciertas especies, aunque éstas apuntadas en particular; parezcan una gansada. Lo peor que nos puede pasar es la imponer el criterio de la selva, donde el bicho grande siempre se come al mas chico y los únicos que engordan son las aves de rapiña. Que en política, siempre existen.

Dante Cavallini.

 

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Published by Un Libro de Dante M. Cavallini